Los grandes atractivos de Portugal

El buen clima que caracteriza a Portugal, junto con sus impresionantes y extensas playas, y ciudades y pueblos medievales de gran encanto, hacen que este país sea uno de los destinos más elegidos por los turistas para pasar unos días increíbles degustando sus vinos y también su exquisita gastronomía. 

Lisboa

La capital de este país es una de las ciudades más lindas de Europa, con barrios pintorescos que se deben recorrer de punta a punta, como Alfama, repleto de casas antiguas y tiendas variadas en sus calles estrechas. 

Lisboa tiene varios miradores dentro de la ciudad que ofrecen unas vistas espectaculares, por lo que es imprescindible visitar alguno de ellos, en especial para admirar sus atardeceres.

Y para conocer parte de la ciudad de una manera original recomendamos hacerlo a bordo del tranvía antiguo que nos hará disfrutar de sus calles y monumentos de una manera diferente. De todas maneras, la mejor forma de recorrerla es caminando por sus calles, en barrios como Barrio Alto o Barrio de Belem.

Algarve

Visitar pueblos antiguos con casas blancas de pescadores y calles angostas, o disfrutar de sus extensas playas de arena y agua de color turquesa custodiadas por grandes acantilados, como por ejemplo la Praia da Marinha, son algunas de las actividades para realizar en este sitio ubicado al sur de Portugal.

Conocer el pequeño casco histórico de Faro, la capital de Algarve, o pasear por el pueblo de Lagos, donde se podrán apreciar los paisajes más asombrosos de la costa portuguesa, son otros de los imprescindibles del Algarve.

Sintra

En Sintra se ubica el Palacio da Pena, el monumento más visitado de Portugal, un castillo de color que parece salido de un cuento, y muy cerca de allí también está la Quinta da Regaleira con unos increíbles jardines, grutas y lagos repletos de mágicos rincones. El más conocido es el Pozo de la Iniciación, una galería subterránea a la que se ingresa por una escalera caracol.

Luego es obligación recorrer el centro del pueblo de Sintra, además del espectacular Castelo dos Mouros y su muralla, el Convento dos Capuchos o el impresionante interior del Palacio de Monserrate.

Obidos

Para los amantes de los pueblos medievales el paso por Obidos es obligatorio. Rodeado por murallas del siglo XV, el pueblo cuenta con casas blancas con toques de pintura azul y amarilla, con balcones con flores y tejados rojizos, emplazadas en calles de adoquines que le dan al pueblo un aspecto encantador.

Uno de los lugares más fotografiados de esta pequeña ciudad es su puerta principal de ingreso, Porta da Vila, que se encuentra decorada por azulejos.

Piodao

En el interior de Portugal es imprescindible visitar uno de los pueblos más lindos y recónditos que este país posee como lo es el pequeño pueblo de Piodao. 

Es reconocido por sus casas con fachada de piedra y techos de pizarra negra que le dan un aspecto único al lugar.

Oporto

En la segunda ciudad más grande de Portugal, mundialmente conocida por la producción de vino de oporto, no debe faltar oportunidad de tomar una copa de ese vino en algunas de sus famosas bodegas con vistas al Duero.

También deambular por el distrito de Ribeira con fachadas de colores y calles empedradas, visitar sus iglesias y miradores, o descubrir la increíble librería Lello e Irmao, de “Harry Potter” son otras de las posibilidades para deleitarse en este viaje.

Uno de los mejores tours guiados que ofrece esta ciudad es a través de un crucero que va recorriendo los 6 puentes, ofreciendo unas vistas que quedarán entre tus mejores recuerdos.

Evora

Esta ciudad se destaca por sus monumentos históricos, sus murallas fortificadas y sus antiguas casas blancas en tradicionales callejuelas. Declarada Patrimonio de la Humanidad posee uno de los sitios más escalofriantes de Portugal, la Capilla de los Huesos.

Esta capilla fue construida con más de 5.000 esqueletos que fueron recogidos de varios cementerios para liberar espacio.

Madeira

La isla de Madeira se encuentra muy cerca de las Canarias y brinda espectaculares paisajes como playas de arena volcánica, acantilados y bosques de laurel e increíbles pueblos perdidos en las montañas.

Su clima agradable permite disfrutar de sus playas y calas prácticamente durante todo el año por lo que resulta un gran destino para relajarse unos días haciendo kayak, snorkel y, con algo de suerte, nadando con delfines en libertad.

Guimaraes

Es una ciudad medieval, considerada la cuna de Portugal, en la que debemos perdernos para observar sus maravillosos balcones, iglesias, palacios y calles empedradas.

Uno de los infaltables en esta ciudad es el castillo de Guimaraes y el Palacio de los Duques de Braganza, además de su casco histórico de gran belleza. 

Aveiro

Conocida como la “Venecia portuguesa” por sus tres canales, es recomendable hacer un paseo a bordo de algún “Moliceiros”, que son las góndolas que antiguamente transportaban sal y fertilizante y que hoy se utilizan como embarcaciones turísticas.

Además, tiene dos playas de arena de grandes extensiones, la Praia da Costa Nova y la Praia da Barra, siendo la característica más famosa de esta última sus casas frente al mar pintadas de colores a rayas.