Palacio de Versalles
Una de las excursiones más solicitadas desde París es la de la visita al increíble Palacio de Versalles, la residencia real por excelencia no solo de Francia, si no a nivel mundial. Fue construido por orden del Rey Luis XVI para vivir allí junto a su mujer, María Antonieta.
Recorrer esta joya arquitectónica es un verdadero deleite visual, con sus impresionantes salas en el interior, como la Galería de los Espejos, la cámara más concurrida de todo el palacio. Pero también se deben mencionar a la Galería de las Batallas y a la Galería de la Historia del Palacio para que se incluyan en el recorrido.
Posee unos jardines muy extensos, ocupando más de 100 hectáreas, que son verdaderamente deslumbrantes, siguiendo un diseño geométrico con once fuentes de varias formas y tamaños, con esculturas de mármol esparcidas por doquier y también estanques.
Dijon
En la región más importante de viñedos de Francia se ubica Dijon, no sólo reconocida por sus vinos, sino por la producción de su famosa mostaza Dijon.
El Palacio de los Duques de Borgoña es uno de los edificios obligatorios que conocer, por un lado, para deleitarse con su diseño, realizado por el mismo arquitecto que el Palacio de Versalles y, por otro lado, para descubrir la interesante colección que se encuentra en su interior, en el Museo de Bellas Artes.
Uno de sus monumentos ícono es la torre de estilo gótico, de 46 mts. de altura, llamada la Tour Philippe le Bon. Subir hasta la cima es un verdadero regalo para poder obtener unas vistas panorámicas inmejorables de la ciudad y de sus alrededores.
Alsacia
La región de Alsacia es la más pequeña de Francia, pero posiblemente una de las más pintorescas, especialmente cuando está próxima la época de Navidad.
Los pueblos imprescindibles para visitar son los de Colmar, Eguisheim y Riquewihr, con sus casas con fachada de gran colorido, logrando como resultado que parezcan pueblos sacados de un libro de cuentos. Cuando se acerca la Navidad todos los pueblos visten sus calles con motivos a tono y se llenan de mercados navideños donde se puede disfrutar de un grato momento.
Encontrándose en la región se aconseja aprovechar la oportunidad de recorrer también el pueblo de Estrasburgo, conocido como la capital de la Navidad, por tener uno de los mejores mercados navideños de toda Europa.
Carcassonne
Caminar por este pueblo medieval, que se encuentra rodeado por viñedos, resulta una experiencia de lo más singular. Durante el paseo será posible imaginarse, sin inconvenientes, cómo se vivía en aquella época de la Edad Media. Su casco histórico ha sido declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, encontrándose en un muy buen estado de conservación.
Pasear por las calles adoquinadas de esta increíble ciudad amurallada resulta un excelente plan para maravillarse con sus distintas construcciones realizadas en piedra. Entre sus edificios más emblemáticos se pueden mencionar el Castillo Comtal y la Basílica de San Nazario, pero es obligatorio recorrer la ciudadela amurallada completa, ya que absolutamente todos sus rincones merecen poder lucirse.
Es posible realizar la visita en tan solo un día, pero de extenderse, se recomienda sumar como parte del trayecto a los imponentes castillos cátaros, que se ubican muy cerca de Carcassonne.
Mont Saint-Michel
Este convento ubicado en una isla en el río Couesnon es uno de los grandes símbolos de Francia. Fue un importante centro de peregrinaje, y también cultural, durante la Edad Media, y dependiendo de las mareas se puede acercar a pie.
Se encuentra a 4 horas de París, pero puede resultar una visita para realizar desde Normandía y así complementar con otros grandes puntos de interés de la zona como son las Playas del Desembarco, lugar donde se llevó a cabo el tan conocido “Día D” de la Segunda Guerra Mundial; y los Acantilados de Etretat, una de las maravillas naturales que han sido retratadas por varios artistas del renacimiento, siendo el arco de la Porte d´Aval el más famoso de los acantilados.
Valle del Loira

Se lo conoce también como el jardín de Francia, ya que es una zona de viñedos de extrema belleza, y tal es su encanto que gran parte de él ha sido declarado no solo como Patrimonio de la Humanidad, sino que además ha sido el lugar escogido para la residencia de grandes personajes de la historia.
Es por este motivo que dentro del territorio del Valle del Loira se pueden encontrar más de veinte castillos de estilo renacentista. Es un buen plan realizar la ruta que lleva a estas imponentes obras, destacando al Castillo de Chenonceau y al de Chambord como los más espectaculares para visitar, para tomar dimensión del lujo al que estaban acostumbrados quienes vivían allí.
Estos son tan solo algunos de los destinos turísticos que Francia tiene para ofrecer, ya que son tantos los sitios atractivos dentro de su territorio que, para conocerlos a todos, será preciso organizar un viaje de al menos dos semanas. Pero si se planificara un viaje de menor tiempo se deberá elegir a las principales ciudades que, luego de informarse, generaron un mayor interés.