Cuba vibrante

La isla más grande del Caribe es uno de los destinos que dejarán una huella en tu retina ya que posee uno de los paraísos naturales más impresionantes junto con una historia muy singular, que se revela en sus ciudades coloniales, cargadas de personalidad. 

Visitar sus ciudades es como transportarse a épocas pasadas, con su arquitectura española, sus autos clásicos y la ausencia de tecnología. Lamentablemente todos estos condimentos que resultan tan diferentes y llamativos para el turismo suceden por la frágil situación económica que deben enfrentar.

Famosa por sus playas de postal, Cuba cuenta con numerosos cayos y bahías que son la delicia de quienes tienen la suerte de pasar unos días relajándose en el lugar. Ejemplo de ello es el Cayo Santa María, o el Cayo Jutías, de fácil acceso ya que para llegar a varios de ellos se debe utilizar un avión o barco. 

La Habana

La capital cubana suele ser el punto de ingreso a ese país por lo que casi con seguridad todo turista deambulará por sus calles. Es una buena oportunidad entonces para recorrer esta ciudad tan particular, que parece detenida en el tiempo, pero con un ambiente y colorido que la hacen única.

La Habana tiene varios atractivos turísticos que se deben visitar como la Plaza de la Revolución, la Catedral de San Cristóbal, la ajetreada calle Obispo o el Castillo de los Tres Reyes del Morro, por mencionar algunos.

La Habana Vieja y Habana Centro son las zonas más interesantes y aunque los edificios se encuentran en un estado deteriorado es muy especial la mezcla de arquitectura y el colorido vibrante que se puede apreciar en sus calles por los autos antiguos que se pueden alquilar para recorrer tranquilamente cada rincón del lugar.

Varadero

Al encontrarse muy cerca de la capital, y siendo el destino más cercano a los Estados Unidos, Varadero recibe un número muy grande de turistas en búsqueda de unas inolvidables vacaciones en la playa. Además, las noches en Varadero son bien activas por lo que el entretenimiento continúa aun cuando se pone el sol.

La oferta de resorts con todas las comodidades, más las playas idílicas de arena blanca y aguas cristalinas son el complemento perfecto para descansar unos días luego de haber visitado alguna de las ciudades más emblemáticas de Cuba. En sus más de 20 playas se pueden practicar varios deportes acuáticos, además de buceo, y también realizar otras actividades al aire libre como andar a caballo o pasear en bicicleta.

Muy cerca de Varadero se encuentra la Cueva Saturno, una gruta con una pequeña laguna en su interior en la que se puede nadar y descubrir la diversidad marina que vive allí. Es una experiencia que seguramente estará entre los mejores recuerdos del viaje.

Trinidad

Es considerada por la gran mayoría como una de las ciudades más maravillosas para ver en Cuba. De hecho, esta ciudad de estilo colonial ha sido reconocida como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y con justa razón.

No solo su centro histórico muy bien conservado es pintoresco, con las construcciones coloniales coloridas y las calles adoquinadas, sino que caminar sin rumbo y disfrutar del encanto de cada rincón es una excelente idea para descubrirla por completo. Algunos de sus puntos de interés son el Museo de Arte Colonial y la Iglesia Mayor de la Santísima Trinidad.

Trinidad se encuentra rodeada también por una naturaleza deslumbrante, por lo que se organizan distintas salidas desde allí para realizar excursiones y empaparse de su entorno de ensueño.

Cienfuegos

Otra ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad es Cienfuegos, que ha ganado su lugar por sus edificios neoclásicos de color pastel y el excelente estado de conservación de su centro histórico.

Conocida como la Perla del Sur esta ciudad marítima es uno de los lugares con más historia de Cuba, por lo que cuenta con varios sitios obligatorios para visitar como pasear por el Parque José Martí y conocer sus alrededores, como el Teatro Tomas Terry o el Palacio Ferrer. 

Caminar por la calle principal Paseo del Prado, recorrer el malecón y ver algunas de sus obras importantes como el Palacio del Valle, la Fortaleza de Jagua o el Jardín Botánico son otras alternativas seductoras que no deben faltar en el listado por conocer en una ciudad que, sin lugar a dudas, te enamorará. 

Viñales

Para tomar contacto directo con la naturaleza se debe ir al norte del país, más precisamente, a Viñales, un pueblo rural entre montañas de lo más encantador. Ubicado dentro del Parque Nacional que lleva el mismo nombre, su visita es un infaltable para deleitarse con el verde de sus paisajes.

En este pequeño pueblo con casas de madera se puede disfrutar de la tranquilidad que lo rodea y realizar paseos a caballo u organizar escaladas para llegar a uno de los tantos miradores y deslumbrarse con los mogotes, unas formaciones kársticas fascinantes que contrastan con el resto del paisaje de una manera única. 

El Valle del Silencio es uno de los sitios preferidos por los turistas para contemplar las grandes extensiones de plantaciones de tabaco y visitar algunas de sus cuevas, como la Cueva del Indio y el Mural de la Prehistoria.