Descubriendo sitios cargados de historia por Normandía – Parte I

Ubicada en el Noroeste de Francia, la región de Normandía es un destino que ofrece grandes joyas que resaltan a nivel mundial, como lo es el impactante Mont Saint-Michel, pero es dueña también de pueblos costeros con un particular encanto y clima agradable, y paisajes con acantilados escarpados muy particulares y de una belleza sin comparación. 

Además, en las playas de esta región se produjo uno de los eventos más emblemáticos e históricos de todos los tiempos en el que se modificó el curso de la Segunda Guerra Mundial, el Desembarco de Normandía. Por estas y muchas otras razones, es un lugar muy recomendable para incluir como uno de los rumbos de viaje de cualquier turista.

Acantilados de Etretat

A unos 200 kms. de París se encuentra Etretat, conocido a nivel mundial principalmente por su espectacular naturaleza que se expresa con unos acantilados que resultan una maravilla. Ejemplo de ello es Falaise d’Aval, un imponente arco natural de más de 70 mts., y también el Falaise d’Amont, el cual cuenta con la iglesia Notre-Dame de la Garde en su cumbre.

Estos acantilados son, sin lugar a dudas, una de las paradas obligatorias en el senderismo por Normandía, ya que la majestuosidad de su naturaleza es tal que ha servido de inspiración para grandes artistas de todos los tiempos como Claude Monet, Gustave Courbet y Eugene Boudin.

Luego de la excursión para descubrir su flora y fauna es una buena idea realizar un picnic en una zona verde para luego bajar a sus playas con arena de guijarros y refrescarte en sus aguas. Entre las actividades originales que se ofrecen en el área se encuentra el paseo a caballo por la costa, altamente recomendado en particular con la puesta de sol, o acercarse a sus arcos desde el agua con el stand up paddle.

Honfleur

Este pueblo marítimo es otro de los imprescindibles por conocer, no solo por el Vieux Bassin, un viejo muelle que data del año 1681, y es el símbolo de la ciudad, sino porque se encuentra rodeado de una arquitectura muy pintoresca, con las fachadas de colores y paredes de entramados de madera, además de contar con callejuelas que se resisten al paso del tiempo.

Honfleur ha sabido enamorar también a los impresionistas franceses Monet y Courbet con la belleza del lugar, y a otros ilustres como Johann Jongkind. Es por este motivo que este pueblo cuenta con un patrimonio artístico y cultural muy rico, por lo que no faltarán interesantes museos y galerías de arte para visitar. Además, cuenta con el templo realizado en madera más grande del país, la Iglesia de Santa Catalina, construida en el siglo XV.

Otros atractivos con los que cuenta Honfleur son los almacenes de sal, construidos casi en su totalidad con las piedras provenientes de las murallas que rodeaban la ciudad; la mansión de Roncheville, la residencia del antiguo gobernador del pueblo; la iglesia de Saint-Etienne, hoy transformada en un museo de la marina; y el museo del artista local, Eugene Boudin.

Playas del desembarco de Normandía

Como su nombre lo indica, es un lugar mítico para el turismo ya que se trata de las cinco playas donde el 6 de junio del año 1944 ocurrió el famoso “Día D”, un hecho que quedaría grabado en la historia: el desembarco de miles de tropas aliadas que pusieron fin, luego de una cruda batalla, a la Segunda Guerra Mundial.  

Si bien mencionamos que fueron cinco las playas, Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword, la más concurrida hoy en día es la de Omaha. En ella se pueden observar los restos de dicha batalla, visitar el US National Guard Memorial, situado en un antiguo búnker; como también recorrer el Museo Memorial de Omaha Beach y la escultura contemporánea Memorial Les Braves. 

Otro de los puntos de interés en otra de sus playas es la Iglesia Sainte-Mere, a la que se aconseja ingresar a su interior para descubrir unos muy curiosos vitrales sobre la guerra; el Airborne Museum, dedicado a los paracaidistas y algunos de sus tantos, lamentablemente, cementerios militares. Esta es una excursión en la que será imposible permanecer indiferente.

Mont Saint-Michel

Uno de los tesoros por excelencia de Normandía es esta pequeña isla de rocas en una bahía llamada Mont Saint-Michel, la que seguramente al observar te dejará sin palabras. Su espectacular entorno le ha valido el título de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y es el segundo sitio más visitado de Francia, después de París, su capital. 

Su particularidad principal es el gran espectáculo natural que ofrece: las mayores mareas de Europa continental. En algunos días del año la marea alta vuelve a convertir este monte en una isla, al dejar totalmente bajo agua el camino que lo vincula con tierra firme. Realmente es un fenómeno digno de ver.

Pero, además, cuenta con una impresionante abadía benedictina, que no solo destaca por su construcción medieval, sino por las vistas panorámicas únicas de todo lo que la rodea. Si es posible es muy recomendable pasar la noche allí para poder deambular sin rumbo por sus calles, ingresar a la abadía al anochecer para disfrutar de un concierto o una función de luces y sonidos y, por supuesto, deleitarse con las mareas altas vistas desde las murallas.

(continúa)