El encanto pasado de Dinamarca

Dinamarca es un pequeño país con mucho que ofrecer para el turismo, y aunque no es el destino más elegido dentro de Europa, cuenta con unos paisajes naturales, castillos y pueblos coloridos, que merecen ser descubiertos.

Siendo Copenhague su capital y ciudad más poblada, es el punto de interés mayor para quien está de visita por este país, y no es de extrañar, ya que no es solo por su belleza, sino que cercano a ella se encuentran muchos de los sitios obligatorios por ver, por lo que normalmente se toma como base para las excursiones diarias.

Copenhague

La capital danesa resulta un atractivo destino para conocer toda la oferta turística que posee, como también sus casas con fachadas de gran colorido y sus calles adoquinadas, puentes de piedra y palacios impresionantes.

Pasear en bici por la orilla del colorido Canal Nyhavn, conocer la famosa escultura de La Sirenita en la bahía del puerto, admirar al castillo de Rosenborg, o recorrer la ciudad libre de Christiania, son solo algunas de las opciones por las que esta ciudad vale la pena visitar.

Pero, además, resulta muy interesante para ir en familia, ya que cuenta con uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo, el de los Jardines Tivoli.

Castillo de Egeskov

El castillo o palacio de Egeskov es uno de los tantos que se pueden ver en Dinamarca, siendo éste el castillo rodeado de agua mejor conservado de Europa. 

Su arquitectura renacentista realmente lo destaca como uno de los más lindos para conocer, y el entorno en el que se encuentra, también ayuda. Se ubica en la isla de Fionia, rodeado de un lago, donde se refleja su imagen, y protegido por jardines de gran encanto.

Se construyó en el siglo XV y funcionaba también como una fortaleza para proteger a la nobleza danesa que allí vivía. Se trata entonces de dos edificios comunicados entre sí, para que llegado el caso de que uno de ellos estuviera siendo atacado, poder desplazarse al otro sector para mantenerse a salvo.

Mons Klint

Los acantilados de Mons Klint son una de las maravillas naturales de Dinamarca que resultan infaltables de sumar al itinerario durante la visita.

Llegan a alcanzar más de 100 mts. de altura, siendo los más altos del país, y recorren por seis kms. la costa de la isla de Mon, al sur de Copenhague. Lo curioso de estos acantilados es que están formados por piedra caliza, por lo que presentan un color blanco y textura muy llamativo.

Se recomienda realizar trekking por los distintos senderos que ofrece, algunos adentrándose en un bosque antiguo y otros bordeando la costa, e incluso bajar a la playa. 

Roskilde

Muy cerca de Copenhague se encuentra esta ciudad que posee la Catedral más popular del país, lugar donde descansan los restos de varios familiares de la Casa Real danesa.

Con su arquitectura de estilo gótico y construida íntegramente con ladrillos rojos entre el siglo XII y XIII, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es uno de los paseos obligatorios.

Pero, además, cuenta con otros sitios de interés, como es el caso del Museo de Barcos Vikingos, con los restos de cinco barcos de guerra, entre los cuales se cuenta el barco vikingo más grande del mundo, con 37 mts. de eslora.

Faro de Rubjerg Knude

Este faro de 120 años de antigüedad es el más reconocido del país, aunque no se encuentra funcionando desde 1968, debido a que los barcos ya no podían ver su luz por haber quedado sepultado por las dunas. 

En el año 2019, gracias a una gran iniciativa, se realizó una obra sin precedentes donde se logró retroceder el faro unos 70 mts. al interior para evitar que colapsara a causa de la erosión de la costa. 

Castillo de Kronborg

Es uno de los cuatro monumentos que han sido declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en Dinamarca, aunque es mundialmente conocido por haber sido escenario de la famosa obra de William Shakespeare, denominada Hamlet.

Este castillo de estilo renacentista, de finales del siglo XV, funcionaba como vigilancia y como peaje, cumpliendo la función de cobrar un impuesto a todo aquel que deseaba cruzar el estrecho de Oresund.

Se ubica a tan solo 50 kms. de la ciudad de Copenhague por lo que es una gran alternativa para paseo de un día. 

Odense

Es la ciudad natal de Hans Christian Andersen, el escritor danés de cuentos infantiles tan populares como El Patito Feo o La Sirenita. Por supuesto que no se debe dejar de visitar el museo del autor, además de pasear por su pintoresco casco histórico, con sus calles adoquinadas y rincones con casas de múltiples colores.

Los lugares que despiertan el interés del turismo son la catedral de San Knud, de estilo gótico, el parque H. C. Andersen Haven, y el museo al aire libre Funen Village.

Legoland

El parque de atracciones Legoland es una parada impostergable, tanto para adultos como para niños. Fue construido en el año 1968 por el fundador de Lego, Ole Kirk Christiansen, en su ciudad natal, la pequeña Billund.

Este parque al aire libre de Lego fue el primero que se abrió en el mundo y en él se representa a una ciudad en miniatura, realizada por millones de piezas de Lego, además de contar con otros sectores como Pirate Land y Adventure Land.

Castillo de Frederiksborg

Otro de los castillos más impresionantes de Dinamarca es el de Frederiksborg, construido entre los años 1560 y 1630, con la intención de que sea la residencia de verano de la familia real danesa.

Se encuentra situado sobre tres islotes del Lago Slotsso, y hoy en día se puede recorrer el interior de este castillo renacentista para conocer los distintos ambientes de lujo, y mención aparte, cabe destacar la capilla que hay en él. También vale la pena destinar parte del tiempo para caminar por sus increíbles jardines de estilo barroco.