Eslovenia es un país poco frecuentado por los turistas, pero quienes tienen la suerte de tenerlo como destino para unos días de descanso, se encontrarán con una verdadera joya de la naturaleza. De hecho, el 63% del territorio de este pequeño país se encuentra ocupado por bosques.
Sus paisajes con montañas alpinas, ríos de agua turquesa, lagos glaciares, cascadas y cuevas kársticas, son una invitación a disfrutar del aire puro combinando visitas a castillos medievales y ciudades de ensueño. Sin lugar a dudas, viajar por sus tierras será una experiencia inolvidable, especialmente para los amantes de la naturaleza, gracias a su asombroso enclave.
Liubliana
Si bien Eslovenia se destaca por su espectacular naturaleza, su pequeña capital, Liubliana o Ljubljana, es una de las ciudades obligatorias por recorrer.
Disfrutar de perderse por sus calles tranquilas y elegantes y conocer su centro neurálgico, la Plaza Preseren, donde se ubica el Triple Puente y la Iglesia Rosa de la Anunciación; o caminar por el Mercado Central; por el barrio Metelkova mesto o junto al río Ljubljanica son algunas de las opciones con las que Liubliana garantiza enamorar a los turistas.
El símbolo de la ciudad es el Puente de los Dragones, y el castillo que custodia a la ciudad desde una pequeña colina regala unas inmejorables vistas de la ciudad, por lo que se recomienda subir, ya sea a pie o en el funicular.
Castillo de Predjama
Este castillo medieval posee una presencia de alto impacto ya que tiene la particularidad de encontrarse dentro de una cueva en lo alto de una montaña, pudiendo verse su fachada al borde del precipicio.
Fue construido en el siglo XIII y resulta una visita muy especial, al poder ingresar en su interior para conocer en profundidad la vida en los tiempos medievales, además de adentrarse luego por un tramo de la cueva.
Lago Bled
Icono de Eslovenia, este lago se caracteriza por estar rodeado de unos paisajes mágicos, con una isla en el medio, la única natural de todo el país, cuya gran protagonista es la iglesia de la Asunción de María, del siglo XV.
A la isla se puede acceder a bordo de una Pletna, la embarcación tradicional del lago, o en un kayak o bote a remo. Pero también se puede ir bordeando los 6 kms. del lago, caminando por los distintos senderos delimitados, e ir deleitándose con la vista de algunos de sus miradores, o desde el castillo medieval, para tener una panorámica en altura del lago y sus alrededores.
Pirán
Eslovenia cuenta con tan solo 50 kms. de costa sobre el mar Adriático, y es en ese litoral donde se pueden encontrar algunos pueblos costeros de gran encanto, como es el caso de Pirán, conocido como la joya del Adriático.
Posee un casco histórico con edificios de arquitectura gótica, influenciada en el estilo veneciano, que se halla en muy buen estado de conservación. La Iglesia de San Clemente, donde anteriormente funcionaba el faro, y la Plaza Tartinijev, rodeada de palacios y antiguas residencias de tejados rojizos, son algunos de los puntos interesantes que ofrece esta fantástica ciudad.
Pero también deben figurar en el listado de imprescindibles para conocer aquellos sitios que regalan vistas panorámicas alucinantes de la ciudad y de sus atardeceres, como los restos de la muralla medieval, el campanario de San Jorge, ubicado en la cima de una colina y el puerto marítimo para ver la puesta de sol.
Parque Nacional Triglav
El único parque nacional del país debe su nombre a la montaña más alta de Eslovenia, que se encuentra allí mismo.
Es un excelente lugar para los amantes del aire libre ya que existen muchos senderos para conectar con la naturaleza al pasar por lagos, ríos y prados. Algunos de los senderos estrella dentro del parque son el Triglavska Bistrica y el sendero del pantano Goreljek.
En el Valle del Soca, también dentro del parque, se pueden realizar actividades acuáticas como rafting y kayak en sus aguas turquesas y, para los más aventureros, tirarse en parapente para poder contemplar las mejores vistas desde arriba.
Otra de las maravillas naturales que se pueden visitar es la Garganta de Vintgar, un impresionante desfiladero sobre el río Radovna con saltos de agua y pozos naturales, y las Cascadas de Kozjak y la de Boka, ideales para darse un baño y disfrutar de su entorno de cuento.
Cueva Postojna
Una de las más grandes e increíbles formaciones de origen kárstico es la Cueva de Postojna, la más visitada de toda Europa.
Se trata de 20 kms. de galerías subterráneas, siendo el primer trecho realizado en un tren eléctrico, lo que lo convierte en un paseo muy peculiar. El paisaje con estalactitas y estalagmitas es una constante durante todo el recorrido y hacia el final se podrá conocer al proteo, un animal muy curioso que puede verse en algunas cuevas de Eslovenia y otros países.
Existe otra cueva, la de Skocjan, que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986. Es en realidad un cañón subterráneo, uno de los más largos del mundo, que presenta una cavidad central que deja sin aliento a cualquier turista.