Etiopía: un país que enamora

Etiopía es un destino que genera fascinación entre los turistas por los impresionantes paisajes que regala, al garantizar una experiencia singular en sus distintos puntos de interés.  Es un país que te hará vivir diferentes sensaciones, al contar con un gran abanico de actividades, con una naturaleza en todo su esplendor, esperando a ser descubierta y unos pueblos con sello propio.

Además, es una excelente ocasión para empaparse de la cultura de sus tribus, las cuales se pueden visitar de la mano de un guía turístico, que te sumergirá en las costumbres y la vida diaria de sus integrantes. Otra manera de acercarse a ellos es recorriendo algunos de sus mercados, como los que se encuentran en el Valle del Olmo, para aprender un poco más sobre los pobladores tribales.

Lalibela

Es un pueblo pequeño cuyas mayores atracciones son, sin lugar a dudas, las iglesias excavadas que se encuentran en muy buen estado de conservación. Se trata de una maravillosa arquitectura de once iglesias talladas en roca bajo la superficie, alcanzando algunas los 10 mts. de altura.

Considerada la Petra de África, estas obras han sido construidas durante los siglos XII y XIII, y fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco es la segunda ciudad santa de Etiopía, por lo que es uno de los centros de peregrinación de la zona, siendo la iglesia de Biet Medhani Alem la más frecuentada por los turistas por ser la más grande de todo el conjunto.

Desierto del Danakil

Si hay un lugar que parece que proviene de otro planeta ese es el Desierto del Danakil, uno de los lugares más calurosos de todo el mundo, con temperaturas de más de 40 grados centígrados. Es una depresión inhóspita que merece estar en el listado de los imprescindibles por conocer en Etiopía. 

Su particularidad es su escenario deslumbrante y muy peculiar, donde las formaciones de óxido de hierro y azufre, volcanes y salares crean paisajes mágicos con los más variados colores, entre verdes, amarillos y naranjas.

Cataratas del Nilo Azul

Las Cataratas del Nilo Azul son un espectáculo único digno de admiración, con un caudal de 400 mts. de ancho y una caída de 45 mts. de altura. El río Nilo Azul comienza en el Lago Tana, cruzando Etiopía hasta llegar a Uganda uniéndose al Nilo Blanco, hasta desembocar en el Nilo de Egipto. La excursión hasta ellas es obligatoria, más aún si se visitan durante la estación de lluvias, donde se puede contemplar mejor la fuerza del agua. 

El pueblo más cercano, a unos 30 kms., es el de Bahir Dar, que además de ser el punto de inicio hacia las Cataratas, es dueño de unas iglesias de gran colorido y un magnífico lago. Y paseando por sus calles no se debe dejar pasar la oportunidad de deambular por su agitado mercado.

Gondar

Conocida también como la Camelot de África, Gondar es una ciudad que nada tiene que ver con las otras ciudades del área, y la que nuevamente te hará sentir en otra ubicación dentro del mapa. Antiguamente fue su capital imperial y hoy en día se puede visitar el complejo amurallado con sus seis castillos.

Gondar posee varios puntos de interés entre los que se pueden destacar el Recinto Real, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad, con el Palacio de Fasilidas como su construcción más antigua; la iglesia de Debre Birhan Selassie con sus fantásticas pinturas en el interior y los baños del rey Fasilidas, con un entorno de gran belleza.

Parque Nacional de Simien

Este es el parque más grande de Etiopía, el cual fue declarado también Patrimonio de la Humanidad gracias a la diversidad y riqueza de su flora y fauna. Son varios los senderos para hacer trekking, para así disfrutar del avistaje de animales y de su vegetación, con montañas que llegan a cimas de más de 4.000 mts. de altura. Y entre tanto paisaje con gran encanto hay que mencionar a las Cataratas Jinba, con un torrente con más de 500 mts. de altura.

Simien es un sitio ineludible durante los días en este país, principalmente porque es la manera segura de estar más en contacto con animales curiosos como el babuino gelada, donde se podrán ver cientos de ellos, además de otros que se encuentran actualmente en peligro de extinción como la cabra montesa, denominada walia, y el lobo etíope.

Adís Abeba

Por último, no podemos dejar de mencionar a su capital, ya que muy posiblemente sea el lugar de ingreso al país. Es un destino que en sí no representa grandes motivaciones turísticas, pero, ya que es el paso inevitable, se aconseja tomarse un tiempo para recorrer y conocer.

Uno de los lugares más interesantes de visitar es el Museo Nacional de Etiopía, donde se puede profundizar sobre la historia del país y conocer también a Lucy, el esqueleto de un Australopithecus Afarensis que corresponde a la prehistoria. Adís Abeba posee también el mercado al aire libre más grande de África, con una gran variedad de rubros y la Catedral de la Santísima Trinidad, uno de los edificios religiosos más importantes de la zona.