La energía arrolladora de Brasil – Parte I

Nuestro país vecino, Brasil, el más grande de América del Sur, cuenta con un gran número de atracciones que lo convierten en un objeto de deseo para el turismo. Sus paisajes impresionantes que fusionan montañas, selvas tropicales y playas idílicas, la calidez de su gente, y la diversidad de sus ciudades, hacen que sea un país muy interesante para organizar un viaje que sin lugar a dudas será inolvidable. 

Río de Janeiro

Famosa principalmente por el Cristo Redentor, Río de Janeiro es una de las ciudades imprescindibles para conocer durante el viaje por la extensa Brasil. Esta escultura monumental de 30 mts. de altura es capaz de verse desde prácticamente cualquier rincón, pero el consejo es acercarse para poder deleitarse, además, de una vista inmejorable de la ciudad desde el mirador del morro del Corcovado.

Otra de las actividades más atractivas es subirse a bordo del teleférico hacia el morro de Pan de Azúcar y su particular pico, excursión que atrae a turistas y brasileños por igual para continuar admirando las panorámicas de todo Río. Aunque si de vistas hablamos no se puede dejar de mencionar una de las mejores experiencias que se pueden tener en aquella ciudad, que es la de vivirla desde otra perspectiva, desde las alturas, subidos a bordo de un helicóptero.

Conocida como la “Ciudad maravillosa”, en Río se puede disfrutar también de la naturaleza que la rodea, ya sean los bosques y montañas que la custodian, o sus increíbles playas, como las de Ipanema y Copacabana, ideales para un momento de disfrute y descanso pleno.

Cataratas del Iguazú

Si bien las Cataratas pueden visitarse también desde nuestro país, tener la oportunidad de ver semejante espectáculo natural desde el lado brasileño vale mucho la pena. La vista que se obtiene de este imponente caudal de agua con cientos de saltos es simplemente abrumadora.

Si bien hay mucha competencia entre ambos países por decidir cuál de los dos es el más conveniente para visitar a una de las siete maravillas naturales del mundo, se puede remarcar que los dos tienen una característica por la que destacan, siendo Brasil el que mejores vistas panorámicas posee, mientras que Argentina ofrece caminar por distintos senderos muy próximos a las Cataratas.

Parque Nacional Chapada Diamantina

Es un destino poco frecuentado, pero presenta unos paisajes asombrosos para visitar, los que sin lugar a dudas te dejarán sin aliento. A través de los distintos recorridos por su extenso territorio, que se recomiendan hacer con la ayuda de un guía local, se puede ver una naturaleza única que espera ser descubierta. 

Las caminatas van conduciendo por numerosas cascadas, monolitos, ríos, montañas y cuevas, en las que se encuentran unas piscinas de un color turquesa formidable, donde incluso se puede nadar. Los senderos más populares son hacia el morro Do Pai Inacio, Gruta Lapa Doce, Poco Azul, Pratinha y Cachoeira da Fumaca, un salto de agua de más de 350 mts. de altura.

Salvador de Bahía

Una de las ciudades que te harán sentir como si te hubieras transportado a épocas pasadas es la vibrante ciudad de Salvador de Bahía, la primera capital de Brasil. Su arquitectura con una clara influencia colonial, reflejo de las construcciones de los siglos XVII y XVIII, hacen de este lugar uno muy pintoresco.

Perderse por las calles en la tercera ciudad más grande del país es descubrir la diversidad de culturas, ya que se puede ver también la herencia de la comunidad afrobrasileña y su animado ambiente. Y luego del paseo es una excelente idea relajarse en una de sus playas de ensueño para completar una estadía de lo más especial.    

Lençóis Maranhenses

Este Parque Nacional es dueño de una belleza muy singular, al combinar ondulantes dunas de arena blanca con lagunas de agua de color verde y azul. Este paisaje tan particular es una de las joyas de Brasil que se han mantenido ocultas, siendo uno de los sitios obligatorios para visitar.

Parte de la excursión consiste en darse un chapuzón en estas piletas naturales de agua dulce, siendo las más visitadas las lagoas Azul y Bonita. Y si se decide realizar el paseo por la tarde, se podrá evidenciar un paisaje imborrable con el atardecer como telón de fondo.

Pero para quienes desean conocer por completo la extensión de los Lencois Maranhenses se deberán organizar 3 días de travesía, haciendo noche en alguno de los dos oasis habilitados para ello, durmiendo sobre unas hamacas de red que se encuentran dentro de unas casas de paja.

Islas Fernando de Noronha

Este archipiélago, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, está formado por 21 islas paradisíacas de las cuales solo se encuentra habitada la isla mayor, de nombre Noronha, ya que el resto forma parte del Parque Nacional Marino resuelto por el gobierno de Brasil.

La particularidad de Fernando de Noronha es que solo se puede llegar a ella tomando un avión, desde Recife o Natal, y hay una fuerte restricción a las visitas, aceptando un cupo de solo 600 personas diariamente, por lo que se aconseja reservar con anticipación.

(continúa)