Planificar un viaje por este país del Sudeste Asiático, que cada vez va cobrando más fuerza como uno de los parajes más alucinantes, resulta un gran proyecto. Es que la antigua Birmania ofrece tantos tesoros turísticos, entre sus famosos templos y paisajes, que harán que la visita a Myanmar se encuentre colmada de buenos recuerdos.
Bagan
Bagan es, sin lugar a dudas, uno de los mejores sitios para conocer durante la visita por Myanmar. Su principal atractivo son los miles de templos construidos entre los siglos IX y XIII que se encuentran diseminados por todo el terreno.
Lo más aconsejable es pasear sin rumbo a bordo de una moto eléctrica, el medio de transporte más utilizado en la zona, para ir recorriendo sus rincones e ir maravillándose con los distintos templos que se van encontrando en el camino. El templo más popular entre los turistas es el de Ananda, gracias a su tamaño y al color claro de la piedra con la que se construyó.
Otra forma interesante de ver los templos, sobre todo al amanecer, es subirse a un globo aerostático y contemplar el paisaje, así como el yacimiento arqueológico desde lo alto. Un momento mágico que quedará siempre grabado en la memoria.
Yangon
La antigua capital de Myanmar es generalmente la puerta de ingreso a este país, una ciudad bulliciosa y algo caótica, pero que posee uno de los complejos religiosos más espectaculares de todo Myanmar, la Pagoda Schwedagon. Es por este templo particularmente que Yangon merece que se la incluya en el recorrido.
Este templo religioso, que se encuentra rematado con una imponente estupa de 100 mts. bañada en oro, guarda varias reliquias muy importantes para los budistas, como un trozo de tela usado por el propio Buda y un par de cabellos de Siddhartha Gautama.
Otro paseo obligatorio es realizar un viaje a bordo del tren circular que zigzaguea por las afueras de la ciudad y conocer también a la Pagoda Chaukhtatgyi para contemplar uno de los budas reclinados más grandes del mundo. Y en una excursión un poco más alejada se puede sumar a la Pagoda Kyaiktiyo, o conocida también como la Golden Rock por su peculiar forma.
Mandalay
Esta histórica ciudad conserva varios puntos de interés para el turismo en su casco antiguo, entre los que destaca el Palacio de Mandalay, la antigua sede de la realeza birmana; el antiguo monasterio Shwe In Bin, cuya particularidad es que se encuentra íntegramente construido en madera de teca; y la Mahamuni Paya, donde se aloja la imagen de Buda más adorada del país.
El Mandalay Hill es otro de los sitios impostergables por conocer ya que al subir a la cima se podrá disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece de la ciudad. Es una de las actividades más célebres de Mandalay, aunque cabe aclarar que se deben subir más de 1.500 escalones para llegar.
Por último, es necesario sumar al recorrido la visita a un templo religioso, el Pagoda Kuthodaw, donde se asegura que se encuentra el libro más grande del mundo. Y de contar con más tiempo, en las afueras de Mandalay se encuentran varias joyas como Inwa, Amarapura, Sagaing y Mingun.
Lago Inle
Es un destino donde parece que el tiempo se detiene ya que la vida en este enclave tiene su ritmo lento pero asombroso. Es uno de los lugares que debería figurar en el ranking de infaltables por conocer ya que la sensación de paz que transmite es única.
Recorrer el lago a bordo de uno de sus botes de madera es una excelente idea, para ir observando a los locales realizar sus actividades, y navegar sin prisa por sus distintos canales para ver las casas flotantes que descansan sobre pilares y templos de gran belleza. Es que en sus orillas se ubican más de 200 pueblos de pescadores.
Para aumentar lo increíble del espectáculo es recomendable realizar el paseo para el amanecer o atardecer, sumando a la calma del lugar un juego de colores de lo más lindo.
Kakku
Las estupas de Kakku son uno de los conjuntos más curiosos que se pueden ver en Myanmar, con casi 2.500 ejemplares erigidos entre los siglos XVII y XVIII. Este centro sagrado es de suma importancia para los Pa-O, una tribu budista de este país.
La diferencia con otras estupas que pueden encontrarse en distintos puntos del país, que poseen un tamaño absolutamente monumental, es que estas construcciones son más bien pequeñas, de tan solo 4 o 5 mts. de altura, por lo que presenta un escenario atípico y digno de admirar.
Viaducto Gokteik
Subir al tren y viajar por el puente de ferrocarril más alto de Myanmar, con 700 mts. de altura, hará vivir a todo pasajero una experiencia de lo más singular. Este viaducto fue construido en 1901 por los británicos y es una obra de ingeniería impresionante.
Habrá momentos en los que esta estructura metálica generará un gran vértigo, ya que lo elevado del recorrido, sumado a su aparente fragilidad, acelerará el corazón de la gran mayoría. Es obligatorio asomar la cabeza cuando se está pasando por el viaducto para sorprenderse con los paisajes y con la adrenalina.