Si hay algo que caracteriza a Finlandia, y por lo que es mundialmente conocida, es por sus maravillas naturales, con las auroras boreales y con un enclave privilegiado, al contar con una geografía asombrosa con sus lagos y bosques.
Pero, además, es el sitio ideal para los amantes de la Navidad, al poder visitar la aldea de Papá Noel y poder escribirle una carta en su lugar de nacimiento. Por estos motivos, es un destino que resulta una gran alternativa durante todo el año, tanto en la temporada de calor como con la llegada del frío.
Helsinki
La capital de Finlandia, localizada a orillas del Golfo, es la ciudad más grande del país y uno de los sitios obligados por visitar. Al reunir a la mayoría de los edificios más atractivos en su casco antiguo, es muy sencilla de recorrer a pie e ir descubriendo cada rincón.
En ella conviven edificios tanto clásicos como modernos de estilo nórdico, provocando que la visita resulte más interesante aún. Entre la arquitectura religiosa que más destaca se pueden mencionar a la Iglesia de Temppeliaukio, con su increíble construcción excavada en una roca, la Capilla del Silencio, y el emblema de la ciudad, la Catedral ortodoxa.
Otros lugares para conocer son la Estación Central de trenes, el Parque Sibelius, la Plaza del Senado y la Plaza del Mercado. Helsinki suele ser el punto de ingreso a Finlandia, y al poder recorrerla en un día es una ciudad muy recomendada para cualquier turista.
Laponia
Una de las experiencias más espectaculares en una visita a Finlandia es viajar al norte del país, hacia Laponia, y maravillarse con sus fantásticas auroras boreales. El espectáculo natural que puede disfrutarse en una noche despejada no tiene comparación, y el paisaje en el que se produce, con bosques y lagos de ensueño, hacen que sea un acontecimiento difícil de olvidar.
Pero además de este fenómeno único, se pueden realizar otras actividades, como dormir en un iglú, o realizar paseos en moto de nieve o en un barco rompehielos. Y, para los más aventureros, se puede hacer el ritual de darse un baño reparador en el agua helada del lago.
Si se quieren ver las auroras boreales es importante informarse de los meses más convenientes, ya que ésta es una zona donde hay épocas donde el sol no se pone, por lo que es imprescindible viajar durante las fechas que tienen menor incidencia de luz solar para poder contar con la oscuridad necesaria.
Rovaniemi
La aldea del mismísimo Papa Noel es uno de los lugares más frecuentados por turistas en su visita a Finlandia. No solo atrapa a grandes y a chicos el encanto de la Navidad, sino que desde allí se pueden ver a las curiosas auroras boreales, además de ver una fauna muy especial en sus parques nacionales.
No es preciso viajar en la fecha navideña para encontrar a Rovaniemi decorada por tal motivo, ya que allí siempre es Navidad. Pero sí es cierto que durante la época navideña la aldea se viste especialmente para recibirla.
Además de conocer a Papá Noel, o escribir la carta con tus deseos, se pueden realizar otras excursiones como el paseo en trineo tirado por perros o renos, dormir en un iglú o tomar algo en el bar de hielo.
Suomenlinna
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, esta impresionante fortaleza es otro de los íconos de Finlandia. Fue construida sobre seis islas en 1748, cuando se encontraba bajo territorio sueco para protegerse de la invasión rusa.
El complejo se encuentra en muy buen estado de conservación siendo un gran ejemplo de las construcciones de la era rusa. Posee grandes incentivos turísticos como los cinco museos de temática variada, los cañones, la Puerta del Rey y la visita al único submarino finlandés que se pudo recuperar de la Segunda Guerra Mundial.
Al encontrarse muy cerca de Helsinki, a menos de veinte minutos en ferry, es una excelente salida para desconectar de la capital y adentrarse en la historia de este país, caminando por los distintos senderos.
Olavinlinna
Este castillo medieval realizado en piedra es uno de los más reconocidos de Finlandia. Se encuentra enclavado en un entorno muy particular, ya que está construido sobre una roca en el medio de un lago. En consecuencia, solo se puede acceder a él a través de una serie de puentes con unas vistas magníficas.
Al igual que la fortaleza anterior, su construcción estuvo a cargo de los suecos para reprimir el avance del Imperio Ruso. Data del siglo XV, y actualmente se ha convertido en un museo donde se puede aprender de la vida cotidiana por aquellos días.
Museo al aire libre de Seurasaari
Para conocer más en detalle la vida en Finlandia, es un excelente plan acercarse a la isla de Seurasaari para visitar este museo al aire libre. Esta excursión a tan solo 15 minutos de Helsinki permite descubrir cómo se desarrolla la vida en el campo.
Hasta aquella zona se han trasladado viviendas rurales tradicionales, realizadas en madera, y se han creado reproducciones de cabañas, granjas, molinos e iglesias para completar las 87 construcciones del museo ubicado en un entorno natural admirable.