Probablemente uno de los sueños de todo turista que viaja a Marruecos es poder vivir la experiencia de dormir unos días en las tiendas de campaña de lujo “Haimas de lujo” o “Jaimas Madu”, en el Sahara.
Es importante aclarar que las jaimas de lujo nada tienen que ver con las simples jaimas de los pueblos nómades del norte de África, ya que en el interior de estas tiendas de tela se encuentran todas las comodidades y facilidades necesarias para que la estadía sea totalmente gratificante. Ejemplo de ello es que el campamento cuenta con baño completo con ducha para que no exista ni la más mínima incomodidad.
Dentro de las jaimas hay gran cantidad de mantas, alfombras y almohadones para generar un ambiente cálido y agradable, que se siente casi como una habitación de hotel.
Encontrarse en el medio de las dunas y rodeados nada más que por el silencio del desierto y acompañados solo por un cielo completamente estrellado por las noches no es un espectáculo habitual, por lo que resulta un paseo de lo más popular e interesante, tanto para parejas, como para familias con niños o grupo de amigos.
La gastronomía es también muy elogiada, con grandes y ricos desayunos, además de exquisitas comidas y cenas, para continuar luego con danzas, entre fogatas y tambores.
Y como parte de la experiencia se desarrollan también actividades especiales como el paseo en dromedario o excursiones por el desierto en 4×4, según las preferencias de cada turista.
Pero Marruecos es más que esta inolvidable aventura en el desierto y entre otros obligados podemos mencionar los siguientes sitios:
Ksar De Ait Ben Haddou
Es un maravilloso pueblo de arcilla, adobe y piedra, detenido en el tiempo, con laberintos de calles empedradas y tramos de escaleras.
Si bien todo el sur de Marruecos cuenta con construcciones similares, Ait Ben Haddou alberga un gran pasado y es famoso por haber sido escenario de grandes películas como Lawrence de Arabia, La Momia y Gladiador, entre otras.
Fez
Es una ciudad amurallada de la época medieval, Patrimonio de la Unesco, en la que se recomienda perderse por los barrios de la medina con sus laberínticas calles y zocos, donde se venden todo tipo de productos.
En Fez se pueden observar además cantidad de fuentes de agua de los más lindos colores, escuelas coránicas, llamadas madrasas, como Bou Inania y Al Attarine, que llaman mucho la atención por sus ornamentaciones, tallas en madera y azulejos como revestimiento.
El emblema de Fez es la mítica puerta de Bab Bou Jelou, también conocida como Puerta Azul, al encontrarse decorada por mosaicos en ese color.
Y no se debe partir de Fez sin visitar una de las curtidurías, siendo la de Chouwara la más grande. En ella se podrán apreciar fosas cubiertas con distintos tintes de color, que son las utilizadas para la coloración del cuero.
Chaouen
Es también conocida como el pueblo azul ya que es el color predominante por toda la ciudad y uno de los motivos que la hace tan atractiva.
La Gran Mezquita, en la plaza principal, es su edificio más importante. Y otro de los sitios más visitados son su Kasbah o Alcazaba y la zona de lavaderos, donde se podrán ver a las mujeres en su rutina diaria, lavando todo aquello que no pueden lavar en sus hogares.
Marrakech
Si bien puede abrumar el caos de sus calles y el bullicio de sus mercados, es una ciudad que no se debe dejar de visitar ya que de seguro va a sorprender. Además de sus zocos con infinidad de puestos con rubros de toda índole, y el mercado en la Plaza Jemaa el Fna, que es el punto neurálgico de la ciudad, se deben sumar al recorrido las tumbas Saadies, de gran belleza, que datan de hace 500 años.
Otros de los sitios atractivos son el Palacio el Badi y también el Palacio Bahia, siendo este último el más visitado en Marrakech por encontrarse en mejor estado de conservación que el primero, que se encuentra en ruinas casi en su totalidad.
Por último, y no menos importante, se debe conocer la Madraza de Ben Youseff, la escuela coránica más grande de Marruecos. Su exterior no llama particularmente la atención, pero una vez dentro uno puede deleitarse con el trabajo decorativo de sus paredes y arcos.
Las Gargantas del Dadés y Todra
La Garganta del Dadés es otro de los imprescindibles de visitar en Marruecos gracias a los paisajes espectaculares que ofrece, entre las kasbahs en ruinas diseminadas y sus formaciones rocosas como “los dedos del mono”.
La Garganta del Todra, debido a sus paredes rocosas de más de 100 mts. de altura a cada lado es un gran sitio de interés para los escaladores fanáticos.
Essaouira
Es llamada la “Perla Azul del Atlántico”, una ciudad fortificada con gran encanto, y uno de los destinos de playa cada vez más populares. Con sus casas blancas y detalles en azul en puertas y ventanas, sus calles están repletas de artesanos, talleres y pescadores.
El Puerto de Essaouira es uno de los lugares más visitados por sus botes de color azul tan característicos, que son uno de los objetivos de fotografiar.
Volubilis
Es una antigua ciudad romana donde se hallan los restos arqueológicos mejor conservados del norte de África. Entre las ruinas es obligatorio ver el Foro, Basílica, Templo de Júpiter, termas, y lo más famoso de Volubilis que son sus espectaculares mosaicos.
La combinación de dunas del desierto con ciudades que te introducen en el túnel del tiempo, y paisajes increíbles de playas con palmeras con ciudades de murallas fortificadas, hacen de Marruecos un destino memorable y fascinante.