Navegando por las calles de Venecia – Parte I

La ciudad italiana de los canales y puentes resulta un destino maravilloso para el turismo. Perderse por las estrechas calles de su casco histórico, navegar sus aguas y deleitarse con su rico patrimonio arquitectónico la convierte en el sitio ideal para sumar a tu itinerario. Es una ciudad cautivante a la que seguramente desearás volver, y ocupa uno de los primeros puestos en el ranking de las ciudades más románticas a nivel mundial.

Para tener en cuenta, cuando se produce el fenómeno de Acqua Alta las zonas más bajas de la ciudad, como es el caso de la icónica Plaza de San Marcos, quedan bajo agua por lo que es aconsejable informarse antes de viajar a Venecia para no llevarse una sorpresa.

Gran Canal de Venecia

Es imposible no comenzar con este listado de los lugares imprescindibles por conocer durante el viaje por Venecia sino es con el Gran Canal de Venecia, una vía fluvial que representa la arteria principal de la ciudad. Y aunque Venecia sea dueña de una gran cantidad de canales, este recorrido de aproximadamente 4 kms. de longitud, que divide a la ciudad, es el que más destaca.

Durante el paseo en el agua será muy fácil maravillarse con las distintas panorámicas hacia uno y otro lado, ya que se obtendrán las mejores vistas sobre la arquitectura veneciana y sus atracciones más importantes, así como también de los magníficos puentes que conectan ambas orillas.

Existen dos maneras de atravesar el canal, en el famoso barco público o vaporetto, u otra opción más romántica, que es a bordo de una góndola, contando esta última con la ventaja de poder circular por canales más estrechos, y por tal motivo, menos concurridos y más tranquilos, asegurándose una experiencia única. 

Palacio Ducal

Uno de los edificios más emblemáticos de Venecia es el Palacio Ducal, ubicado en la célebre Plaza San Marcos, el cual resulta una visita obligada para conocer más en profundidad aquellos años de esplendor en donde el Palacio funcionaba como residencia del Dux, el jefe de estado de la ciudad. Además, posee algunas joyas artísticas y culturales en su interior que resultan muy fascinantes para descubrir. 

Para esto es recomendable realizar el paseo con un guía especializado para poder empaparse de su historia y disfrutar aún más de la experiencia. Allí dentro es indispensable visitar algunas de sus salas más sublimes, como la Sala del Gran Consejo, con obras de grandes artistas como Tintoretto, Tiziano y Veronese. Uno de los tours más solicitados es el de los Itinerarios Secretos, a través del cual se visitan salas especiales dentro del Palacio.

Por fuera posee una fachada impresionante del siglo XV que combina varios estilos, con un diseño de arcos y dibujos en paredes en piedra blanca muy particular. Desde el palacio es posible cruzar hacia otro punto de interés de Venecia, el popular Puente de los Suspiros, cuyo nombre deriva por ser el lugar donde daban el último suspiro los presos, como el flamante Casanova, antes de ingresar a la prisión. 

Basílica de San Marcos

Otro de los tesoros que se ubican en la Plaza San Marcos es su majestuosa Basílica, construida en el año 828, con el fin de custodiar las reliquias de este santo. Este templo religioso es el más importante y concurrido de la ciudad ya que llama la atención por la suntuosidad de su fachada, así como también la de su interior.

Es recomendable tomarse el tiempo para ingresar a esta belleza arquitectónica y observar de cerca el Tesoro Bizantino, los mosaicos de la Palla d`Oro y el Museo con los Caballos de San Marcos, unas estatuas realizadas en bronce que fueron robadas del hipódromo de Constantinopla.

Además, como parte de la excursión es una buena idea subir a la terraza para disfrutar de una de las mejores vistas panorámicas de la Plaza y de la ciudad en general. Y una vez finalizada la salida nada mejor que terminar en alguno de los cafés históricos que se encuentran alrededor de la plaza, desde donde se puede observar su animada vida, tanto de día como de noche.

Campanile de San Marcos

Continuando en la Plaza San Marcos, la última de las grandes atracciones es la Torre del Campanario o Campanile, la más alta de la ciudad, con casi 100 mts. de altura. Fue erigida con la intención no solo de ser campanario sino también faro para los navegantes y así funcionó durante siglos hasta que se derrumbó en el año 1902.

Afortunadamente unos años más tarde el campanario fue restaurado de manera exacta a su versión original y actualmente forma parte de los sitios vitales por conocer. Subir a lo más alto es una de las mejores actividades por hacer, y no requiere de mucho esfuerzo ya que se puede ir en ascensor. 

Las vistas de la ciudad son inmejorables, e incluso en los días de pleno sol se puede vislumbrar una de las islas más próximas a Venecia como Murano. Además, es una buena oportunidad para detenerte a mirar la estatua dorada del Arcángel Gabriel, así como también a las cinco campanas de gran tamaño, cada una con una función específica.