Paris: Una ciudad cautivante

París es una ciudad fascinante, destacada y admirada por todos. Romántica como pocas, tiene un encanto único en cada rincón de sus calles. 

La lista de los lugares de interés es extensa y entre lo más conocido podemos nombrar a la Torre Eiffel, ícono de París, sin lugar a dudas. Fue construida para la Exposición Mundial de 1.889. Tiene 300 mts. de altura, y por 41 años fue la estructura más alta del mundo, ofreciendo unas vistas espectaculares de la ciudad. 

Una de las maneras más originales de recorrer sus calles es arriba de una bicicleta eléctrica, que está muy de moda en París. Ideal para pasear, por ejemplo, por la Avenida de los Campos Elíseos hasta conectar con el Arco de Triunfo. Champs-Élysées es una de las avenidas más famosas de esta ciudad, con 2 kms. de largo, repleta de tiendas y restaurantes que dan vida a la zona con el numeroso ajetreo de visitantes. El Arco de Triunfo se inauguró en 1836 y se construyó a pedido de Napoleón para homenajear a su ejército, con escenas de las batallas de la Primera República y la Época Imperial. 

Otra de las visitas más populares, y que no puede faltar en tu recorrido, es el Museo del Louvre. Conocido mundialmente por poseer obras de arte de todo el mundo, la exposición se divide en varias secciones según su origen. Entre sus más reconocidas obras se destacan la famosa Mona Lisa y la Venus de Milo.

Y el espectacular Palacio de Versalles, con una superficie de más de 60.000 m2, ofrece una visita guiada exclusiva paseando arriba de un Rolls Royce, mientras un experto historiador va contando el pasado del castillo de los reyes de Francia, desde los pisos secretos de los reyes hasta sus interminables y cuidados jardines con laberintos. Luego del recorrido, el paseo termina con un picnic en los jardines, si el tiempo lo permite, o en uno de los salones dentro del palacio.

Edificios religiosos en Paris

Siguiendo el itinerario, otro de los infaltables por conocer es la Catedral de Notre Dame, un monumento católico, con arquitectura gótica, cuya construcción tomó 150 años finalizando en 1345. Lamentablemente, en el año 2019 hubo un incendio que provocó varios daños. Actualmente se encuentra en obra y no es posible el ingreso al interior. 

Otro de los edificios religiosos que merece ser visitado es la Basílica de Sacre Coeur, que está ubicada en la zona más alta de la ciudad, en el barrio bohemio Montmartre, donde se puede apreciar la ciudad desde una perspectiva distinta.

También podemos sumar en el listado de infaltables a Sainte Chapelle, donde antiguamente se guardaban las reliquias de la Pasión de Cristo, y hoy se visita principalmente por sus escenas de la Biblia representadas a través de vidrios de colores.

Por último, la Iglesia de la Madeleine donde se conservan las reliquias de María Magdalena, con un aspecto exterior de estilo griego y la Basílica de Saint Denis, primer templo gótico construido en París y el lugar de sepultura de la monarquía francesa, entre los que se destacan María Antonieta.

Isla de la Cite

En la Isla de la Cité, sobre el río Sena, además de Notre Dame y Sainte Chapelle se debe conocer La Conciergerie. El acceso a esta isla es a través del Pont Neuf, el puente de piedra más antiguo de París. 

El palacio La Conciergerie fue una prisión durante la Revolución Francesa y desde allí los prisioneros eran llevados a la Plaza de la Concordia donde eran ejecutados por guillotina. Es interesante visitar la Galería de los Prisioneros donde se pueden ver las celdas detenidas en el tiempo.

Ya nuevamente en tierra firme no podemos dejar de mencionar a Los Inválidos. Es un palacio donde se alojaron soldados heridos en guerra, construido en el año 1670 por el Rey Luis XIV, en agradecimiento por su servicio. Hoy se puede visitar el Museo del Ejército de París donde se encuentra la tumba de Napoleón.

Y si de espectáculos se trata no podemos dejar de recomendar el Moulin Rouge, el cabaret más famoso del mundo que cuenta con un show imponente entre cientos de artistas con disfraces de lo más vistosos. 

Como se puede ver, todo turista corre con la suerte de poder visitar edificios y monumentos que deslumbran absolutamente, pero también existen algunas experiencias que son para unos pocos por ser exclusivas, como la visita especial al Palacio de Versalles que detallamos anteriormente. 

Experiencia gastronómica exclusiva en Paris

Dentro del recorrido gastronómico, para conocer tras bastidores en la cocina de los restaurantes más famosos, es posible reservar la mesa del chef. Desde allí se podrá observar la elaboración y presentación de los platos disfrutando también con los sentidos de la vista y el olfato.

Otra alternativa es preparar los famosos y reconocidos macarons con el chef pastelero de un prestigioso hotel, como es el Hotel Plaza Athénée, mediante una clase donde aprenderás los secretos para hacer los mejores y más crujientes macarons. 

Y para los amantes del buen vino nada mejor que degustar exquisitos vinos en la bodega privada de un gran hotel, como por ejemplo el Hotel Crillon, que abre las puertas de su bodega, con sus paredes repletas de botellas de los mejores vinos, mientras nos ofrece aperitivos al ir catando diferentes botellas.

París es una ciudad deslumbrante, capital de la gastronomía y de la moda, con un patrimonio arquitectónico y cultural que no deja de sorprender.