Polonia, famosa por su belleza, historia y arquitectura – Parte I

Con ciudades con una arquitectura de ensueño, paisajes naturales asombrosos, y una historia trágica que marcó a la humanidad, Polonia es actualmente uno de los destinos más solicitados entre los turistas.

Sus localidades más populares son Cracovia y Varsovia, aunque es dueña también de otros sitios de gran riqueza, como ciudades medievales o con un casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad. Esta selección de lugares, junto con su majestuosa naturaleza y sus parques nacionales, la convierten en un objetivo turístico muy aconsejable.

Cracovia

No se puede comenzar el listado de los sitios obligatorios por conocer en Polonia si no es por Cracovia, la ciudad de mayor belleza en el país. Cuenta con un casco histórico con muchas joyas arquitectónicas medievales que le han valido el título de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Sus principales atractivos son la Plaza del Mercado, o Rynek Glowny, la plaza medieval más grande de Europa, rodeada de edificios de gran encanto entre los que destaca la Basílica de Santa María, con una fachada de estilo gótico muy llamativa y un interior aún más cautivante. Subir la colina para descubrir el Castillo de Wavel, construido en el siglo XIV, además de la Catedral, es otro de los imprescindibles en esta ciudad.

Otra de las recomendaciones para empaparse sobre el triste pasado de Polonia cuando se encontraba en manos nazis es perderse por las calles del barrio judío, Kazimierz, y en Podgorze, ir a visitar la fábrica de Oskar Schindler.

Varsovia

La capital, y la ciudad más grande de Polonia, es otro de los lugares imperdibles, con un centro histórico que ha sido reconstruido casi en su totalidad, al haber quedado completamente destruido durante la Segunda Guerra Mundial. La restauración se ha realizado con tal fidelidad a como lucía en la Edad Media que ha sido declarado también Patrimonio de la Humanidad.

Varsovia sorprenderá por la gran oferta cultural que posee y por la combinación de la arquitectura moderna con la comunista. Ofrece muchas alternativas para pasar el tiempo, como admirar el Castillo Real, pasear por la antigua Plaza del Mercado o por el Parque Lazienki, bordear la Barbacana, la antigua muralla de la ciudad.

Por último, una de las visitas más especiales es, sin lugar a dudas, el Museo del Levantamiento, con el mayor registro sobre el alzamiento de Varsovia contra los nazis en 1944. Y los amantes de la historia no deben dejar de dejar de visitar otros museos interesantes, como el Museo Polin, para adentrarse en la historia de los judíos polacos, o asistir al de Chopin o al de Marie Curie. 

Campo de concentración de Auschwitz-Birkenau

La excursión hacia el mayor campo de concentración del Holocausto es una de las visitas impostergables en Polonia, aunque resulta difícil de experimentar. Allí, más de un millón de personas, en su gran mayoría judíos, perdieron la vida durante los años que este terrorífico lugar se mantuvo en funcionamiento por el régimen nazi, de 1940 a 1945.

Es innegable que caminar por los lugares donde se cometieron las más terribles barbaridades te helará la sangre, pero resulta necesario para no olvidar el oscuro pasado. Por aquellos días había tres campos principales, aunque en la actualidad solo se pueden visitar dos de ellos, Auschwitz I y Auschwitz Birkenau II.

Minas de sal de Wieliczka

Uno de los paseos más curiosos para realizar en este país se encuentra muy próximo a Cracovia, a tan solo 15 kms., y es el conocer las minas de sal de Wieliczka, la mina más antigua del mundo al estar operando desde el siglo XIII.

Durante el original paseo, que solo se puede organizar con la compañía de un guía calificado, se desciende hasta unos 300 mts. de profundidad y durante los 3 kms. que están habilitados para el turismo se visitan lagos y varias salas subterráneas, con paredes y esculturas realizadas en sal, por supuesto.

Sin embargo, la gran protagonista de esta salida es la capilla de Santa Kinga, o también conocida como la Catedral de sal, donde en ocasiones se realizan algunos servicios religiosos, disfrutando de la maravilla de estar realizada completamente en sal.

Wroclaw

Wroclaw o Breslavia, es otra de las ciudades que llaman la atención en Polonia por su singular encanto. Conocida como la “Venecia de Oriente” gracias a su gran cantidad de canales (posee 12 islas y 130 puentes) es una ciudad que merece la pena ser descubierta.

Además de relajarse paseando por su red de puentes es una excelente idea seguir los pasos en búsqueda de las 180 estatuas de bronce de gnomos que se encuentran diseminadas por su amplio y magnífico casco antiguo. Es por este motivo que recibe el apodo también de “La ciudad de los gnomos”. 

Entre sus puntos de interés se encuentran la Plaza del Mercado, el impresionante Ayuntamiento, la Catedral gótica de San Juan Bautista y la Catedral neogótica de Santa María Magdalena, el jardín Ossolineum o el mercado Hala Targowa. También es aconsejable ir a la Antigua Universidad donde se encuentran los tesoros del barroco, el Aula Leopoldina y el Oratoryum Marianum.