Polonia, famosa por su belleza, historia y arquitectura – Parte II

Zakopane

Zakopane se encuentra rodeada por grandes montañas, como son los montes Tatra por lo que, a diferencia de otras ciudades, lo que más destaca es su entorno, con la naturaleza increíble custodiando de muy cerca.

Es considerada la capital de invierno del país, ya que resulta una excelente opción para los fanáticos de esquiar. De todas maneras, con la belleza natural tan próxima es el punto de inicio también para realizar senderismo por las distintas opciones de rutas hacia el Parque Nacional de las montañas Tatra. Una de las más recomendadas es la que conduce hacia el lago Morskie Oko, uno de los más deslumbrantes de Europa.

Además del trekking y el ski se recomienda pasear por la ciudad para observar sus casas e iglesias de madera y luego subir en funicular al Monte Gubalowka para deleitarse con una vista panorámica del valle única. 

Poznan

Esta es una de las ciudades más grandes para visitar en este país, y con mucha carga histórica al tener más de 1.000 años de antigüedad. Lo más atractivo de este lugar es caminar por su casco antiguo repleto de fachadas de variados colores y con una arquitectura medieval que es una maravilla.

Su principal punto de interés es la Plaza del Mercado, donde no se puede dejar de ver el espectacular Ayuntamiento, pero deben figurar también en el listado de imprescindibles la Catedral de San Pedro y San Pablo, el Parque de la Ciudadela, y la Iglesia de San Estanislao.

Poznan es una ciudad que posee también un importante ambiente universitario, por lo que no faltarán bares y pubs donde tomar algo para regocijarse con la vibra agradable. Además, cuenta con una de las pastelerías más reconocidas a nivel mundial, St. Martin, por lo que es obligatorio probar uno de sus famosos y exquisitos croissants.

Gdansk

Esta ciudad portuaria a orillas del Mar Báltico, con el mayor puerto del país, es otra de las joyas de Polonia. Es dueña de un casco histórico que te hará sentir que viajaste hacia épocas pasadas, con sus calles empedradas y edificios de ensueño.

Se recomienda pasear sin rumbo por la Ruta Real, la calle principal del centro antiguo donde se encuentran las casas y edificios más representativos, y perderse por la calle Mariacka, una de las calles más lindas de la ciudad.

Se debe sumar al recorrido el Gran Molino y la impactante grúa medieval de madera, aunque se trate de una reconstrucción; y visitar la Basílica de Santa María, considerada la iglesia de ladrillo más grande del mundo. Además, cuenta con una motivación mayor en los meses de calor que es la posibilidad de disfrutar de sus aguas en las playas más próximas.  

Ruta de las iglesias de madera

En el sur del país, más precisamente en la región de Malopolska, existe una ruta muy pintoresca que conduce a más de 50 iglesias construidas en madera, con una combinación de la arquitectura católica con la ortodoxa oriental.

Es un paseo muy particular, tal es así, que seis de estas iglesias de madera han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sus nombres son: Debno, Binarowa, Blizne, Haczow, Lipnica Murowana y Sekowa, y si se dispone de tiempo vale la pena conocer cada una de ellas. No solo su fachada es única, sino que los interiores merecen también ser reconocidos.

Castillo de Malbork

Otro tesoro de Polonia declarado Patrimonio de la Humanidad es el Castillo de Malbork, que se encuentra a una hora de la ciudad de Gdansk. Lo cierto es que existen muchos castillos esparcidos por todo el territorio de este país, pero éste resalta particularmente por ser la fortaleza gótica más grande de Europa.

Su construcción en ladrillo se originó en el siglo XIII, bajo las órdenes de los Caballeros Teutónicos, con el objetivo principal de ser una fortaleza defensiva. Posteriormente, su uso fue modificado para pasar a ser la residencia de los Reyes de Polonia.

Hoy en día se puede recorrer su interior y deslumbrarse con la inmensidad de aquella obra. Afortunadamente el castillo se encuentra completamente restaurado, luego de haber pasado por un gran proceso de reconstrucción, tras haber sufrido importantes daños como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial.

Zamosc

Uno de los máximos modelos de ciudad renacentista es la pequeña Zamosc, de hecho, fue construida con la finalidad de representar a la “ciudad ideal”, pensando en cada detalle de su diseño para lograr el lugar perfecto.

Posee un colorido casco histórico, considerado Patrimonio de la Humanidad, donde conviven la arquitectura italiana, por ser la nacionalidad de quien tuvo el diseño a cargo, con el estilo centroeuropeo. Es una parada imperdible durante el viaje por Polonia para caminar por la ciudad creada para ser la base de la prestigiosa aristocracia y burguesía polaca.

Entre sus puntos turísticos más relevantes se pueden mencionar a la Plaza del Mercado, un cuadrado impecable rodeado por edificios con arcadas de gran encanto; el Ayuntamiento con sus impresionantes escaleras dobles; y las casas armenias, ubicadas una al lado de la otra, con unas fachadas a todo color.