Bután exclusivo, lejos del turismo masivo

Hasta hace unos pocos años Bután se encontraba herméticamente cerrada para el turismo masivo. Ya que para sus habitantes es estrictamente esencial conservar sus costumbres y modo de vida ancestrales, es que aún hoy el turismo está fuertemente restringido, aceptando sólo a unos pocos turistas cada año. 

Como consecuencia, resulta un destino caro para visitar pero que bien vale la pena por sus impresionantes edificios, sus increíbles miradores, sus costumbres y creencias y también por su gente, que continúan vistiendo en la actualidad la vestimenta característica.

Algunos de los destinos que nunca deben faltar en el itinerario de viaje por este país son:

El Nido del Tigre

El Monasterio de El Nido del Tigre o también conocido como el Monasterio Taktsang Palphug, es uno de los más espectaculares templos de Asia, y del mundo también. Resulta impactante su entorno al encontrarlo suspendido literalmente de la cornisa de la montaña, colgando sobre la roca de un acantilado, a una altura aproximada de 1.000 mts. del suelo, en el valle sagrado de Paro.

Fue construido en el año 1692, alrededor de la cueva donde el Gurú Padmasambhava, más conocido como Gurú Rimpoché, el fundador de la escuela tibetana, meditó por primera vez en Bután. 

Cuenta la leyenda que el gurú voló hasta las cuevas más altas del valle en el lomo de un tigre volador para enfrentarse a los demonios que estaban generando problemas a los habitantes del valle. Y allí se quedó más tarde para meditar durante 3 meses, 3 semanas, 3 días y 3 horas.

En 1998 un incendio quemó el monasterio en su totalidad llevándose la vida de varios monjes que no pudieron escapar. Luego de 7 años de reconstrucción hoy se encuentra restaurado por completo.

Es de difícil acceso ya que solo se puede llegar a pie o a caballo luego de una caminata de 3 hrs. aproximadamente en pendiente. 

Rinpung Dzong

La palabra dzong se refiere al estilo de algunas fortalezas-monasterios cuyas características son las murallas con altas torres rodeando los edificios, como las habitaciones de los monjes budistas, y también sus diversos patios. Son construcciones que funcionan al mismo tiempo de monasterio y como despacho administrativo para cada zona del país. 

Existen más de 40 dzongs en Bután, pero en particular el de Rinpung, cerca del río Paro, es el más grande. Con catorce templos y capillas se encuentra en perfecto estado de conservación. 

Este dzong también es famoso por ser uno de los principales lugares donde se realiza la celebración tsechu, la más importante festividad de Bután, de gran atractivo gracias a sus bailes con máscaras.

Punakha Dzong

Es el segundo dzong más grande y antiguo de Bután y se lo conoce también como el “Palacio de la Felicidad”. 

Fue construido en el año 1637 y es otro de los obligados para visitar ya que, si bien cuenta con los colores blancos y rojizos típicos como los demás dzong, este monasterio resulta impactante por su enormidad y majestuosidad. Tiene una ubicación única en la confluencia de dos ríos y posee una torre central de seis plantas además de más de veinte templos con balcones e interiores exquisitamente tallados.

Se accede a este monasterio a través de un puente de madera que, después de haber sufrido una inundación, fue reconstruido en el año 2008.

Thimphu

En 1961 se convirtió en la capital de Bután y es la tercera capital más alta del mundo, emplazada a una altura de 2.248 mts. y atravesada por el río Wang Chu.

Es conocida también como la única capital sin semáforos, y en su lugar, en el único cruce donde puede resultar complicado transitar, hay un guardia dentro de una caseta, construida con guiños de los dzong en su decoración, que controla hábilmente el tránsito.

Su arquitectura es como en la mayoría de las ciudades del país, con edificios de un blanco impoluto y sus techos, puertas y ventanas realizadas en madera.

Uno de los lugares imperdibles para visitar es el National Memorial Chorten, su centro religioso más importante, donde acuden sus habitantes diariamente para rezar. Esta estupa blanca con agujas de oro se construyó en 1974 en honor al tercer rey de Bután. Junto a la entrada principal se encuentran unos enormes molinos de oraciones a los que, especialmente los ancianos, van dándole vueltas una y otra vez.

Otro sitio de interés es la estatua del Gran Buda Dordenma, una de las esculturas de Buda más famosas del mundo. Mide 50 mts. de altura y es de bronce bañada íntegramente en oro. Se construyó en el año 2015 conmemorando los 60 años del cuarto rey de Bután. Lo curioso de esta escultura, además de su gran tamaño, se encuentra en su interior, ya que dentro de ella hay 125.000 budas pequeños de bronce.

El Paso de Dochula se encuentra muy cerca de Thimphu, y es uno de los pasos más espectaculares del Himalaya, a 3.150 mts. de altitud, ofreciendo las mejores vistas de sus paisajes. En él se construyeron 108 estupas budistas, también conocidas como chortens.

Bután es conocida como la tierra de la felicidad al ser el único país del mundo que mide la felicidad interior bruta. Ser felices es la búsqueda constante y el máximo objetivo para los butaneses y ojalá después de nuestra visita vivamos la vida de manera más sencilla.